Capítulo 307
Capítulo 307
Los subordinados recibieron la orden y actuaron de inmediato, primero pidieron a todos los camareros que salieran y luego comenzaron a revisar cada salón privado uno por uno. Entre ellos, un camarero que parecía particularmente nervióso miraba hacia el fondo del pasillo, hacia la sala más alejada. Oscar y Simón intercambiaron miradas y se dirigieron hacia el
salón más recóndito.
Al llegar a la puerta del salón, escucharon risas y bullicio desde adentro. Simón levantó el pie y de una patada abrió la puerta. En ese instante, vieron a Adela, Ariana y Giovanna rodeadas por un grupo de personas que las presionaban para que bebieran. Óscar se llenó de ira al instante, pero se contuvo y solo le dijo a Simón, “Llama a Sergio, rápido.”
Simón tampoco esperaba encontrar allí a uno de los de la familia de Sergio, pero entendiendo lo que Óscar quería, llamó rápidamente a Sergio para explicarle la situación y pedirle que viniera lo antes posible.
Óscar, con el rostro tenso de furia, se dirigió rápidamente hacia las tres chicas. Published by Nôv'elD/rama.Org.
Adela, al escuchar el fuerte golpe en la puerta, se giró y al ver a Óscar y Simón en la entrada, se sintió aliviada y escupió el trago de alcohol que tenía en la boca.
Óscar y Simón se acercaron.
*¡Hermano, Simón, por fin llegaron!” Adela ya no estaba preocupada, con su hermano y Simón alli, estaban más que capacitados para lidiar con esos hombres.
Mientras Adela estaba relativamente sobria, Ariana y Giovanna parecían estar algo ebrias.
“Primero, saquémoslas de aquí,” dijo Oscar, mirando las marcas en el rostro de Ariana, su mirada se volvia más peligrosa y sanguinaria.
Ordenó a Simón y Adela que ayudaran a Ariana y Giovanna a salir.
Osvaldo, interrumpido en pleno acto, se levantó furioso al ver a esos dos desconocidos que irrumpían y pretendían llevarse a las chicas, “¡Mocoso insolente, quién te crees que eres para venir a hacer un escándalo aqui, a ver si puedes llevártelas…!” Óscar se acercó lentamente sin darle oportunidad de seguir hablando, agarró un extintor cercano y lo golpeó en la cabeza con él, luego le dio una patada en el estómago. Osvaldo grito, cubriendose la cabeza y retrocediendo varios pasos hasta caer sentado en el sofá, escupiendo sangre por la fuerza del golpe.
Nadie había visto venir el ataque de Oscar, y las mujeres presentes comenzaron a gritar y, a correr hacia la salida.
Adela y Simón ayudaron
Anana y Giovanna a salir, dejando a Óscar a cargo de la situación.
Incluso Simón nunca había visto a Óscar tan furioso. A pesar de ser conocido como un caballero educado tanto en los negocios como en la sociedad, en ese momento, con los ojos rojos de ira y los puños crispados, estaba claro que los presentes iban a tener problemas, especialmente Osvaldo.
Osvaldo, golpeado duramente por Oscar, apenas podia mantenerse consciente y, temblando, ordenó a sus hombres, “¡Ataquen!”
En ese momento, Simón y las chicas acababan de salir cuando Sergio llegó, frenando bruscamente su coche frente a la entrada. Bajo del auto y al ver a Adela sosteniendo a una de las chicas, se acercó rápidamente y la tomó en sus brazos, protegiéndola.