Capítulo 300
Capítulo 300
Ariana asintió en acuerdo.
Sin embargo, cuando estaba en la universidad, realmente no iba a ver partidos de baloncesto, ya que solo tenia ojos para Óscar. Ni siquiera habla prestado atención a los otros chicos de la escuela.
En ese momento, los jugadores de ambos equipos ingresaron al campo, casi todos superando el metro ochenta de estatura, jóvenes y guapos. El ambiente se lleno de aplausos, gritos y clamores. Todos se levantaron, y fue entonces cuando el verdadero delirio comenzó.
Ariana escuchó a un grupo de personas detrás de ella gritando, “¡Vamos, Facultad de Arquitectura, vamos Robertol”
Adela, al lado de Ariana, le susurró al oído con una sonrisa, “Parece que el joven estudiante es bastante popular.”
Cuando Roberto entró al campo, hizo una señal de victoria hacia donde estaban Ariana y las demás, lo que provocó una ola de gritos.
Ariana tenía su teléfono en mano, atenta a la llamada de Giovanna, ya que el lugar estaba ruidoso y temia no escucharla.
El árbitro silbó, y el partido comenzó, siendo una final entre la Facultad de Arquitectura y la de Administración y Economía. Los jugadores comenzaron a disputar intensamente el balón, creando una atmósfera de alta tensión.
Unos diez minutos después del inicio, Giovanna llamó, “Ari, estoy en la entrada del gimnasio.”
“Ok, ya voy para allä.”
Ariana le dijo a Adela que Giovanna había llegado y salió a buscarla.
Al llegar a la entrada del gimnasio y no ver a nadie, volvió a llamar, “Gio, ¿dónde estás? No te veo.”
En ese momento, alguien saltó desde una esquina hacia Ariana. Llevaba una gorra baja, grandes gafas de sol y una mascarilla, “Arl, estoy aqui.”
Ariana retrocedió unos pasos, llevándose la mano al pecho, “Gio, me asustaste. Pero si, disfrazada asi realmente no te reconozco.”
“Te dije que no habría problema.”
“Vamos, entremos. El juego ya comenzó.”
“Está bien.”
Ambas entraron al gimnasio, mano a mano. This content is © NôvelDrama.Org.
Al ver fanta gente, Giovanna también se sorprendió y bromeó, “Wow, hay más gente aquí que en el evento de la marca esta mañana.” Ariana la guio a través de la multitud hasta su lugar.
“Ya volvieron, justo cuando el joven estudiante metió dos triples seguidos. No deberian haberse perdido los gritos de las chicas detrás, casi me rompen los timpanos. Tomé muchas fotos, después se las muestro,” dijo Adela al verlas regresar.
Ariana echó un vistazo al marcador, la Facultad de Arquitectura llevaba una ventaja de diez puntos desde el inicio, parecia que tenían muchas posibilidades de ganar. En el campo, Roberto jugaba con gran esfuerzo, moviéndose como un rayo alrededor de los defensores y, desde fuera de la linea de tres puntos, lanzó el balón en una perfecta parábola que entró sin tocar el aro.
De inmediato, el lugar se llenó nuevamente de aplausos y gritos.
“Roberto! Roberto! Roberto!” todos coreaban su nombre.
“Realmente son demasiado entusiastas, me siento una vieja, dijo Arlana, escuchando el ruido del lugar y bromeando sobre sentirse mayor. Giovanna contestó con una sonrisa, sin perder la oportunidad de admirarlo. “Ari, a lo mucho somos como hermanas mayores, pero el chico que ecoba de anotar es bastante guapo. Apuesto a que el noventa por ciento de las chicas aquí vinieron solo por él,”