Diario de una Esposa Traicionada por Rocio H. Gómez

Diario de una Esposa Traicionada Capítulo 201



Capítulo 201 

Me quedé pasmada por un momento, solo sintiendo que el hombre frente a mi, era digno de lástima, pero también de desprecio. No podia diferenciar si sus sentimientos hacia mi eran verdaderos o falsos y ya ni queria intentarlo, de todos modos, no pasaría mucho tiempo antes de que nosotros dos dejáramos de tener una relación que hos uniera. 

Inhalé profundamente, forzándome a despertar a Isane mientras le decía: “Tómate la medicina y luego. duerme.” 

Probablemente sabiendo que era yo, no se resistió cuando le acerqué la medicina a la boca, sino qu 

que cooperó bastante. Después de tomar su medicina, se volvió a dormir obedientemente. Tenia una fiebre terrible y no era algo que iba a bajar pronto. 

Le pedi medicamento para quemaduras a Mario, y le apliqué la pomada a Isaac en la parte interior de su muñeca, hasta que empezó a bajarle la fiebre, entonces me levanté y volví a mi habitación. 

Después de todo, era un hombre normalmente fuerte y aún joven, por lo que al día siguiente por la mañana, Mario fue a decirme que ya se le había pasado la fiebre completamente. Sin embargo, por la tarde, mandó a un sirviente con varios vestidos de gala de alta costura. 

“Isaac dice que quiere que lo acompañes a una fiesta esta noche.” Dijo Mario 

“¿Una fiesta?” Pregunté algo confundida 

Durante esos tres años de matrimonio, como era un matrimonio secreto, nunca me había llevado a ninguna otra celebración aparte de las de la familia Montes, siempre asistia solo. 

Mario asintió: “Sí, el ochenta cumpleaños de Jimena Guzmán.” Upstodatee from Novel(D)ra/m/a.O(r)g

Me quedé sin palabras y de repente entendi su intención, dejar una imagen en la familia Guzmán de que yo era una mujer casada. Para que yo cortara cualquier esperanza con la familia Guzmán. Qué 

absurdo. El era más razonable cuando estaba enfermo. 

Frunci el ceño y le pregunté a Mario: “¿Dónde está él?” 

“En el estudio…” 

Mario no terminó de hablar cuando ya me había alejado con pasos largos, empujando la puerta del estudio y diciéndole: “Isaac, ¿estás loco? Ya te dije, no tengo nada que ver con él…” 

Me callé a mitad de camino, sintiéndome como si me hubieran agarrado del cuello, quedándome roja de la asfixia. ¡Estaba en una videollamada! Aunque tenia razón, en ese momento, al encontrarme con esos ojos oscuros y burlones de Isaac, también perdi mi furia. Qué vergüenza. 

“¿Es la cuñada, verdad? ¡Hola, cuñada!” 

En la pantalla del ordenador, una persona que no había visto antes me saludaba muy hablado: “Cuñada, ¿le vas a poner los cuernos a mi hermano? Entonces, definitivamente eres la persona más impresionante que conozco.” 

Aunque hubiera podido irme de inmediato, en ese momento ni irme ni quedarme parecia correcto, por lo que solo pude quedarme ahi, con la cara dura y tratando de hablar pero de mi boca solo salió un “No, 

no, continúen con la reunión.” 

“Lárgate” 

15.03 

Capitulo 201 

La voz de Isaac era indiferente. Pensé que me lo decía a mi, pero luego vi que colgó la videollamada y se levantó para acercarse a mi, yendo directo al grano: “¿Estás enojada por ir a la cena de la familia Guzmán?” 

“Creo que es completamente innecesario.” 

Levanté la mirada hacia él y le dije: “Isaac, no pienses tan mal de mi, romper y luego tener un período de soledad es normal, mucho más un divorcio. No soy como tú, no necesitas estar tan a la defensiva todo 

el tiempo.” 

“Cloé Coral.” Isaac pronunció mi nombre completo mostrando que estaba enfadado. 

Me miraba, con una sonrisa algo irónica mientras preguntaba: “No has notado que tú tampoco tienes una buena imagen de mi?” 

“Fuera de eso, ¿qué otra razón tendrias para llevarme a la cena?” Dije con voz fría. 

Su mirada se profundizó y explicó: “Para que sepas por qué insisto en que te alejes un poco más de David Guzmán,” 

“Por más que sea, es mejor que tú.” 

Al menos, David nunca me había lastimado, y me habla ayudado una y otra vez. 

Quién se iba a imaginar que esa frase pareció tocar un nervio sensible en él, por lo que soltó una risa fría y me pregunto: “¿Ya estás defendiéndolo y todavia no estamos divorciados? Te he dicho es tan simple, ¿no has escuchado nada de lo que te dije, de mantener distancia con él?” 

“¿Y tú qué?” 

que 

el no 

También me calenté, levantando la voz para cuestionar: “¿Has creido algo de lo que te he dicho, y con. qué derecho me difamas a David frente a mi? ¿Por qué debería alejarme de él, si Andrea Montes incluso mató a mi hijo, y no te he visto alejarte de ella ni un poco?” 

15.03 


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