Diario de una Esposa Traicionada por Rocio H. Gómez

Capítulo 389



Capítulo 389 

Él vio a través de mi corazón y luego dijo: “Quiero escuchar la verdad.” 

Me rendi y le dije: “Necesito algo de tiempo para pensar.” 

Él cruzó los brazos, asintiendo con aprobación: “Como debe ser, te doy tiempo para que lo pienses.” 

Al día siguiente, había quedado con Camilo para ir a ver a la persona de Lorena que Rubén habia secuestrado la vez pasada. Camilo dijo que esa persona había confesado algunas cosas. Necesitaba escucharlo por mi misma antes de decidir si creerlo o no. 

Él dijo: “Si no, al salir de mi boca, siempre sonará como si estuviera tratando de sembrar discordia, arruinando mi imagen de justiciero.” 

Justo cuando me preparaba para cambiarme y maquillarme, el timbre de la puerta sonó de repente. Miré mi teléfono y faltaban todavía casi dos horas para la hora acordada. Sonreí y me levanté, caminando ligera hacia la puerta. Al ver a la persona que estaba afuera, me quedé paralizada. Con cortesia dije: “Señor Galindo.” 

En ese momento, Gregorio tenía un aura completamente diferente a la de aquella noche en el hospital. Era como un señor de mediana edad, fácil de tratar: “¿Puedo entrar a sentarme?” “Claro, adelante. Mientras hablaba, retrocedí unos pasos. 

La puerta de entrada estaba abierta, con guardaespaldas parados en la entrada. 

Gregorio se sentó, su mirada iba recorriendo la casa, y de repente suspiró: “Ese muchacho Camilo, que no suele respetar a nadie, solo a ti te ha tenido en cuenta por veinte años, observando cada detalle de esta casa mientras la decoraba. Un Galindo que debería estar disfrutando de su juventud, aqui está, haciéndome recados a la velocidad del rayo.” 

Mi corazón se apretó un poco. En las familias un poco acomodadas, la decoración del hogar se solía dejar en manos de profesionales. Y solo se presentaban el día de la inspección para This belongs to NôvelDrama.Org.

bueno.” dar el visto bueno. Le servi un vaso de agua a Gregorio diciendo: “Sí, Camilo es muy Y hacia mí, no tenía palabras. No debería temer que, al ofrecerle mi corazón sincero, se volviera contra mí como lo hizo Isaac. 

“Si esto hubiera sido hace más de veinte años, tú y mi tonto hijo habrían sido la pareja perfecta. 

Gregorio finalmente llegó al punto: “Pero ahora, ya sea que te divorcies o no, alguna vez fuiste la señora Montes. Y él, debería tener un destino mejor.” 

Apreté la mano preguntándole: “¿Qué está sugiriendo?” 

Capitulo 389 

“Es evidente que eres una chica inteligente, si no vuelves a la familia Monroy, tú y Camilo serían como el agua y el aceite.” 

Gregorio dijo: “Pero ahora, la familia Monroy, bajo la presión del presidente Montes, ya no est lo que era. Y ya sabes muy bien si el presidente Montes se divorciará de ti o no.” 

Casi diciéndome directamente que, estuviera o no divorciada, volviera o no a la familia Monroy, no era digna de Camilo. 

Bajé la mirada preguntando: “¿Ha preguntado qué piensa Camilo?” 

“Si él quisiera, no habría tenido que venir a buscarte.” 

Gregorio sonrió, hablando con facilidad: “Es un cabezota, pero señora Montes, tú tienes los pies en la tierra. Supongo que sabes que Camilo no es mi único hijo, si él decide ser terco, la familia Galindo tiene otras opciones.” 

Lo que implicaba era que si Camilo insistia en estar conmigo, la familia Galindo podría serle pasada a sus otros hijos ilegítimos. 

Levanté la mirada, directamente y le dije: “Valentino Galindo no estaría de acuerdo, ¿verdad?” 

Por lo que sabía, Valentino, el abuelo de Camilo le tenía un cariño especial a él. 

“Ves, te dije que eras inteligente.” 

Gregorio tomó un sorbo de agua y su voz era firme: “Lástima que, por este asunto, tuyo, él y yo hemos tenido grandes peleas, el anciano tuvo un infarto esta mañana y ahora está en el hospital. En la familia Galindo, ahora yo mando.” 

Se levantó despacio y me recordó una vez más mi identidad: “Señora Montes, yo no tengo el poder de hacerlo recobrar la conciencia, pero usted, seguro que sí.


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